VLIV Lab - Mar del Plata
Trabajo en la intersección entre la imagen, el texto, el cuerpo y el espacio. El caos me divierte.
Mi práctica es interdisciplinaria, visual y narrativa, pero profundamente humana. Observo lo que hacemos, lo que sentimos, lo que decidimos. Me interesa cómo somos —en lo íntimo y en lo social— y cómo habitamos este mundo al borde.
Recojo gestos, historias, silencios. Trabajo con lo que me pasa y con lo que escucho. Pienso la obra como una forma de organizar lo que nos atraviesa: el deseo, el miedo, la memoria, el futuro, la espiritualidad.
Cada imagen que creo nace de una historia que me cuento. Fantaseo, invento universos, dibujo escenarios posibles o imposibles. Me gusta crear mundos. Cada proyecto es un territorio narrativo, una pequeña ficción cargada de símbolos, cuerpos y códigos.
Me interesa la belleza, pero no como forma de alivio: la busco donde incomoda.
Busco provocar. Generar una vibración, una fricción. Que algo se desacomode.
Me atrae lo inmediato, lo crudo, lo mal encajado, lo que aparece sin filtro pero con potencia. Me interesa la estética de lo incómodo, lo feo, lo que no debería estar ahí. En esas zonas también hay composición. Algo se arma. Algo se dice.
Trabajo con imágenes, cuerpos, escenografías que se transforman, y con formas humanas que aparecen incluso cuando no son del todo figurativas. En proyectos como Seduzeme, exploro los nudes como archivo secreto, íntimo y visual de una generación: imágenes creadas para seducir, pero que nunca llegan a ver la luz pública.
Hago performance, pero la pienso. Me interesa el montaje, la construcción de sentido, la materialidad de la emoción. Mis obras no nacen del azar: se elaboran a partir de capas, símbolos, preguntas.
También me mueven las grandes preguntas: ¿de dónde venimos, a dónde vamos, qué va a quedar de nosotros? Pienso en la humanidad no como algo separado de la naturaleza, sino como una de sus formas mutantes. Me interesa la relación entre los humanos y sus cuerpos, sus placeres, sus formas de conexión. El sexo como lenguaje. El caos como narrativa. El arte como documento de lo que somos —o lo que fuimos.
En todo lo que hago, busco una belleza que no adorne, sino que resista.
Una estética como trinchera.
Una forma de mirar para no dejar de sentir.
Trabaja con la imagen, el texto y el espacio, explorando la belleza como tensión, y la fealdad y el caos como trinchera. Le interesan los cuerpos, la narrativa, la política visual y la construcción de mundos irónicos y políticos. Crea imágenes que provocan, incomodan o seducen, como quien organiza ruinas para armar un lenguaje nuevo.
Mobirise web page creator - Click for more